27.2.12

Si la vida de cada uno fuera un tablero de ajedrez, moveríamos cada ficha para proteger al rey. El rey serían nuestros proyectos, nuestros planes de futuro y, también, del presente. Nuestros deseos, anhelos y luchas internas. Nuestros gustos, preferencias, mariposas y ovejas negras. Los problemas, las clases o disgustos laborales. Resfriados y rechazos corporales. Sentimientos, confusiones, angustias y alegrías. 

El rey, en definitiva, lo es todo, es la vida. El resto de fichas son decisiones, caminos, senderos que cogemos para vivir al rey, para protegerlo y llegar a las metas propuestas. ¿Qué pasaría si dejas a tu rey protegido y mueves tus fichas mirando el tablero del vecino? Que no vives amigo, no vives.