Hay momentos de la vida en los que la incertidumbre se apodera del camino, es ella quién alumbra tus pasos. A su alrededor van despertando sentimientos que hacen mella, angustias, malos ratos, que solo dan profundidad a eso que ya nos altera.
Son estas situaciones las que marcan malas etapas. Son estas situaciones las que queremos que queden en simples sustos. Y sea o no así, es en estos momentos en los que necesitamos el amparo de ese olor conocido, esas voces familiares que nos alientan y nos dicen que todo irá bien, que no te preocupes.
Y yo hoy te lo digo a ti.
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